Seguimos con las propuestas sensoriales para nuestros Aguacates. Todo comenzó rodeado de un ambiente de tranquilidad, en el que el aula se lleno de un aroma muy característico... Comentaban que sus mamás y papás tomaban café, pero que ellos y ellas no, que eran peques, reconocían el olor, les gustaba. Poco a poco fueron cogiendo confianza y las bandejas se quedaron pequeñas, el café iba de la mesa a la bandeja, pasando por las manos, la ropa, el pelo...
Y es que no hay límites en esto de experimentar, de llenar y vaciar y descubrir las propiedades de las cosas que se encuentran en las bandejas.
Me encanta❤️ ¡¡¡Café como confetti!!! Y una cara de felicidad inmensa. ¿Qué más se puede pedir? Gracias chicas
ResponderEliminarY lo rico que han olido durante el resto del día, jajaja.
ResponderEliminarGracias