Los vikingos disfrutan mucho de experimentar e investigar. En esta ocasión les propusimos un experimento casi mágico.
Para este experimento necesitamos:
- Vela
- Tapon de una botella pequeña de agua
- Una botella de cristal o vaso de tubo
de cristal
- Un cuenco con agua ( mejor que sea
transparente)
- Colorante azul (opcional)
- Mechero
Llenaremos el cuenco de cristal con un
poco de agua y lo pondremos un poco de colorante azul para teñir el agua y que
parezca una piscina.
Al tapón de la botella de agua le
pondremos la vela (si la vela no pesa mucho se puede llenar el tapón una vez
esté colocada la vela con un poco de agua para hacer contrapeso).
Ahora solo nos queda encender la vela y
poner la botella por encima.
Lo que ocurre aquí es que cuando el
fuego de la vela consuma el oxígeno de dentro de la botella se formará el vacío
y el agua que está en el cuenco se irá abriendo espacio dentro y subiendo por
la botella. Si usamos palabras mágicas mientras el agua sube podremos asombrar
a los más peques y dejarlos boquiabiertos
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